EN LA INTENCIÓN ESTÁ LA CLAVE

Cuando estás en momentos confusos y oscuros tu intención es la que vale. Sea lo que sea que te esté pasando despierta en ese momento y pregúntate cómo llegaste hasta ahí, porqué te sientes como te sientes, qué es lo que quieres hacer con esto que te pasa, cómo te quieres sentir y qué es lo que quieres transformar.

Acorde a las respuestas que vayan surgiendo de tu interior pon tu intención firme en tu corazón, que no importa cuanto tardes vas a llegar.

Cuando nos va todo bien nos olvidamos de esta intención y cuando nos va todo mal también, porque transformamos esa intención en una petición desesperada de que alguien o algo nos saque de encima lo que estamos sintiendo, que algo o alguien cambie mi situación actual.

La creación de nuestra realidad tiene un "retraso" entre lo que intenciono hasta que se manifiesta, por lo que de alguna manera lo que te está pasando ya lo decidiste por eso está pasando, no hay error.

Lo que importa es lo que quieres hacer con eso de aquí en adelante por eso la importancia de tu intención en cada momento y en cada situación.

En vez de enfocarnos en lo que no queremos y entrarle a la crítica y la queja como si eso cambiara algo, mejor pon tu foco en ti haciéndote las siguientes preguntas:

¿Por qué qué me pasa lo que me pasa, qué quiero lograr con esto, estoy donde quiero estar, estoy haciendo lo que quiero hacer, por qué hago lo que hago, cuál es el objetivo, cuál es mi intención con esto ... ?

Y si tus respuestas son... no me gusta ... no sé aún... no quiero... Pon tu intención clara en cómo te quieres sentir y hacia dónde quieres ir, mientras sigues recorriendo y viviendo tu actualidad.

La humildad de aceptar que no podemos solas, que necesitamos ayuda, que nuestra mente no siempre tiene los mejores ideas, de que no todo sale como queremos y que hay un plan mayor, un creador que puede ayudarte que sabe cómo hacerlo que sabe lo que es mejor para ti.

En mis momentos más oscuros y más depresivos lo que me salvó fue esa intención, cuando estaba en el ojo del huracán sintiendo que estaba condenada, que no tenía salida, no sabía dónde pedir ayuda, no sabía cómo transformar lo que me sucedía, lo único que me mantuvo despierta fue que al cerrar los ojos yo sabía que esa crisis iba a pasar y mientras estaba ahí sintiéndome mal visualizaba y sentía ese final, poniendo mi intención de cómo me quería sentir y cómo quería usar esa crisis a mi favor a pesar que en ese preciso momento todo mi cuerpo y mis emociones me estaban diciendo lo contrario.

Al mismo tiempo que ponía mi intensión, aceptaba mi actualidad y soltaba... No sabía el cómo pero tenía el qué y el resto lo hizo Dios, La Vida, Mi Consciencia Superior... fueron llegando las respuestas, la ayuda, cerrándose caminos y abriéndose otro, el verdadero para mí.

Todo nos trae un aprendizaje, una ventaja, un regalo, es una decisión y práctica constante estar de ese lado de la realidad, la que nos trae lo favorable, no del lado que nos destruye.

No hay momentos perfectos para practicar el presente, para despertarnos, para hacer cambios, para cambiar de dirección, para practicar la humildad, para volver a elegir... nunca es tarde solo tienes que DECIDIRLO.